El cerebro es el órgano del aprendizaje. Entonces los docentes son inherentemente modificadores del cerebro, es decir es indispensable que el docente cuente con una preparación relacionada a este aspecto tan importante en el desarrollo del individuo.

Desafortunadamente, en gran parte de las escuelas públicas, privadas, parroquiales y de educación en casa es una formación tradicional, los docentes no siempre cuentan con las herramientas necesarias para entender al cerebro en su sentido más puro para potenciar el aprendizaje de sus estudiantes desde el entendimiento de la funcionalidad cerebral.

Sin embargo, no dejamos de lado el hecho de que tal conocimiento no esta al alcance de todos y que aún no es parte del entrenamiento formal que los docentes actualmente reciben antes de incorporarse como docentes frente a grupo.

El debate que se crea alrededor de esta temática es que siempre se habla de las habilidades que debe desarrollar el estudiante y los contenidos que debe memorizar y los aprendizajes que se esperan de él, de cada materia que forma parte de la malla curricular y que debe alcanzar el perfil de egreso que se plantea en el plan y los programas, sin embargo, muy pocas veces se habla de los requerimientos de los docentes, que es lo que se le pide que desarrolle a él, cuales son los estándares que debe cubrir o que nuevas habilidades debe desarrollar cada año, cada semestre, cuales son los procesos cognitivos que debe desarrollar el docente para estar frente a un grupo.

Imagina por un momento a un médico entrar a consulta para tu próxima cirugía, mientras dice: -Tengo un gran instinto, pasión, y amor por tu corazón, pero nunca lo he estudiado formalmente-¿Escogerías a este doctor a conducir el procedimiento? Probablemente no.

La neuroeducación tiene como objetivo dar a los docentes las herramientas suficientes y necesarias para enfrentar con eficacia las nuevas demandas internacionales con pasión y amor, así como idealismo, que podemos asegurar la mayoría de los docentes, directivos y profesionales de la educación tienen.

Es imperativo que los profesionales de la educación cuenten con esas herramientas elementales de  la comprensión del órgano principal del aprendizaje, puesto que permite tanto al docente como al estudiante a encontrar su punto crucial de su propio potencial, lo que por supuesto permite el perfeccionamiento del ser humano.

La educación sin lugar a duda no es una tarea sencilla, con el paso de los años se ha vuelto cada vez más desafiante debido a la complejidad del cerebro y al creciente numero de información y herramientas para atender las necesidades del aprendizaje, pero algo que fue, es y sera perpetuo en este proceso educativo es la herramienta que cada estudiante tiene en su cerebro.

Mientras los estudiantes pueden reclamar que olvidaron su tarea o su cuaderno, ellos nunca pueden decir que olvidaron su cerebro.

Justo es por ello que se se sostiene que no hay mayor influencia en el resultado de los estudiantes que la calidad del docente, con base en esta aseveración se argumenta la importancia de la preparación constante de los docentes, del arduo quehacer respecto al desarrollo de nuevos conocimientos y sus implicaciones en el proceso educativo.